¿Has pensado alguna vez… qué hubo antes que tú?
Quizá estabas una tarde de domingo tumbado en el sofá, contemplando el mar, mirando los pájaros en el campo… y de un pensamiento saltaste a otro… hasta que, ¡pum!, la pregunta apareció:
¿Quién hubo antes que yo?
¿Les gustaría hacer esto mismo?
¿Dónde vivieron?
¿Cómo he llegado yo hasta aquí?
Y así… preguntas y preguntas, que quizá no tienen respuesta… o quizá sí.
También cabe la posibilidad de que en ti la pregunta no surgiera así, de repente, sino que siempre hayas sido una persona curiosa. Que esa inquietud te haya acompañado, de forma consciente o no, desde hace tiempo… persiguiendo tu verdad.
Sea como sea, lo importante no es cómo llegaste a la pregunta.
La cuestión es: ¿has llegado a esa pregunta?
¿Te has preguntado qué hubo antes que tú?
Si estás aquí, estoy casi segura de que sí, que seguramente te lo has preguntado no una ni dos veces, sino muchas más.
Puede que ahora mismo la genealogía para ti solo sea una pequeña curiosidad… o puede que ya te haya atrapado del todo y seas uno de esos “enfermos” de ella, de los que ya no saben cómo parar.
Pues bien, yo también me contagié un día. Y aquí estoy.
Porque llegó un momento en el que decidí que algo que podía apasionarme tanto no debía quedarse en una simple afición, y decidí ahondar más.
Así nació este proyecto: Antesquetú, mi proyecto genealógico.
En mi caso, la pregunta no apareció de forma repentina. No fue como lo de Newton con la manzana y la gravedad —aunque hubiese sido bonito, no fue así.
Lo mío fue más bien una acumulación de momentos.
Yo era una niña curiosa. Muy curiosa.
Encontraba una fotografía antigua o un papel con aspecto viejo en casa y ya me montaba una película en la cabeza:
¿Quién tocó esto?, ¿quién lo escribió?, ¿por qué está aquí?, ¿es un secreto?, ¿he encontrado un tesoro oculto?
De hecho, he pensado muchas veces que quienes desde pequeños preguntábamos sin parar podríamos haber llevado un distintivo:
«los niños del por qué».
Sin saberlo, ya éramos pequeños minigenealogistas en formación.
Siempre me ha intrigado saber cosas sobre los mayores de la familia: cómo fue la infancia de mis padres, cómo vivieron mis abuelos, cómo eran sus padres, sus abuelos…
Y casi sin darme cuenta, un día me encontré inmersa en el mundo de la genealogía.
Con el tiempo, adquieres conocimientos, te formas, te especializas, haces cursos…
y descubres que ese mundo que no sabías que existía te resulta cómodo, estimulante, útil.
Y entonces decides emprender en algo que te llena el alma y con lo que disfrutas.
Así nació Antesquetú: como una forma de autoempleo, sí, pero también como una fuente de energía, ilusión… y también como el trabajo al que hoy me dedico.
Porque Antesquetú es un proyecto de genealogía donde yo, África, una genealogista con casi diez años de experiencia, ofrezco servicios de investigación, desarrollo de árboles e historias familiares…
pero también donde buscaré nuevas formas de acercar la genealogía a públicos distintos, y de divulgar sobre ella desde un enfoque cercano, creativo y humano.
Y bueno, esta ha sido solo una pequeña presentación.
De mí.
De este lugar.
De la pregunta que lo empezó todo.
¿Y tú… sabes, o te has preguntado alguna vez… qué hubo antes que tú?
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